Reunión de SEDCERO y organizaciones campesinas en el Boquerón
Mirá las imágenes de nuestras Reuniones en Santiago del Estero.
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Bajo la consigna de pensar soluciones para las problemáticas de agua en zonas rurales, el Programa SEDCERO, junto a decenas de otros expositores, formó parte de la Quinta Feria de Tecnologías Sostenibles (FETECSO 2013).
En su edición de este año, FETECSO tuvo lugar los días 7 y 8 de noviembre en el Museo de Ciencias Naturales de la ciudad de Córdoba, y fue impulsada por el Movimiento Agua y Juventud Argentina y la Red de Tecnologías para la Inclusión Social, junto a la Fundación Plurales, la Fundación Tierravida, la Asociación INFOPACI y el Instituto de Estudios sobre la Ciencia y Tecnología (UNQ), con apoyo del Programa Consejo de la Demanda de Actores Sociales (MINCYT) y la Federación Argentina de Municipios.
Este espacio se constituyó como un ámbito de debate, divulgación y generación de conocimientos orientados al desarrollo tecnológico inclusivo y sostenible, focalizado sobre la temática de acceso a agua.
Allí, Nicolás Avellaneda y Paula Juarez, coordinadores de SEDCERO, disertaron en el evento sobre estrategias para generar proyectos de agua y visibilizar las actuales acciones de las redes y organizaciones sociales que trabajan en Argentina, Bolivia y Paraguay. Y tuvimos el agrado de compartir nuestras experiencias, saberes y aspiraciones junto a representantes e integrantes de distintas universidades del país, organismos nacionales y provinciales, emprendimientos privados y organizaciones no gubernamentales que expusieron tecnologías y experiencias en sus stands.
La pluralidad de actores reunidos permitió nuevamente hacer de la Feria de Tecnologías Sostenibles un ámbito de fortalecimiento para las redes de conocimiento con miras a aportar soluciones para los problemas de acceso al agua.
Efectos Comunitarios
El debate ciudadano también debe nutrirse del debate sobre los efectos en el medio ambiente, en los recursos naturales y en los riesgos que corre la calidad de vida de las poblaciones aledañas a las explotaciones, y aquellas otras que por causa de las externalidades negativas de la actividad pueden resultar afectadas (caso de contaminación de napas de agua, desertización de suelos, entre otros.).
La minería es una actividad milenaria para el hombre, y sin duda, no hay intención de eliminar la actividad pero qué impacto tiene cada tipo de minería. Existen al menos cuatro tipos básicos de minería:
1. Los materiales pueden obtenerse en minas de superficie (que incluye las canteras), explotaciones a cielo abierto u otras excavaciones abiertas. Este grupo incluye la inmensa mayoría de las minas de todo el mundo.
2. En segundo lugar, están las minas subterráneas, a las que se accede a través de galerías o túneles.
3. El tercer método es la recuperación de minerales y combustibles a través de pozos de perforación.
4. Por último, está la minería submarina o dragado, que próximamente podría extenderse a la minería profunda de los océanos.
Las minas a cielo abierto se diferencian del resto de las explotaciones por dos cuestiones, dejan visiblemente dañado los ecosistemas en los que se producen, no se prevé “tapar el agujero” creado por la explotación y generalmente se llena de agua con residuos de materiales tales como cianuro en el caso de las explotaciones de oro, lo que lleva a la inevitable contaminación de las napas subterráneas. Cabe destacar que las explotaciones de oro son criticadas por el método utilizado con cianuro, método que no es el único, es el más barato, y claro, el más utilizado. Aún no se han desarrollado formas de explotación que cumplan con las leyes de mercado: barato y rendidor.
Por otro lado, es una actividad que acarrea serios riesgos para los operarios de la explotación: riesgos de accidentes y riesgos de contraer una serie de enfermedades laborales. Técnicamente este ultimo punto implicaría normas estrictas de trabajo: “cubren la calidad del aire, el entibado de las galerías, los explosivos, la iluminación, el ruido y todos los demás riesgos que pueden darse en las minas.” Los principales países mineros tienen leyes y normativas muy estrictas sobre la seguridad en las minas, viendo el carácter del Subprograma de Gestión Ambiental deberíamos preocuparnos por la seguridad de los afectados más directos, los trabajadores.
La minería suele generar dos efectos típicos en cualquier tipo de actividad económica invasiva: aquellos que están a favor de la explotación y los que no. El primero de los efectos sobre las comunidades es la división y la disputa. En segundo termino, las empresas suelen asegurarse tener el apoyo político con apoyo económico a la provincia para iniciar la explotación, lo que genera que los representantes del pueblo terminen por ser facilitadores de la instalación de la empresa. Se pierde la función de seguimiento y control propia del Estado local y de representantes de la ciudadanía.
Los efectos de la contaminación de las napas de agua llevan a la desertización de la tierra, reducción de la vida silvestre, la necesidad de agua envasada, y cambios en las dinámicas económicas de las localidades. Los cambios también pueden verse reflejados por el movimiento de personas, transportes y nuevas necesidades y demandas. Todos cambios que generalmente generan externalidades negativas tales como la emigración, enfermedades, y conflictos.
En virtud de lo expuesto, ¿se tienen en cuenta estos efectos?¿quién lo hace? ¿Cómo lo hace?
El rol de la comunidad científico-tecnológica
En este panorama, ¿Qué hace la comunidad científica y tecnológica argentina? ¿Qué deberían hacer? Irónicamente en casos como Famatina, la Universidad Nacional de San Juan prohibió hablar sobre los problemas de la mina en la institución, principalmente por considerar que afectaba los intereses de su alumnado de las carreras relacionadas con la minería. De hecho el anuncio de la Barrick Gold se tomó con entusiasmo y con nuevos cursos relativos a la minería. Diferente fue la reacción del colegio de Famatina que rechazo numerosos intentos de que la empresa donará útiles y otros elementos como una estrategia de dividir el cuerpo docente que estaba trabajando con los alumnos sobre el impacto de la minería a cielo abierto.
La creencia de que la toma de decisiones tecno-científicas son neutrales, dista mucho de la realidad. Los ciudadanos deben disponer de un panorama amplio para poder afrontar los desafíos de la complejidad. Y el científico y el tecnólogo tienen una función social sumamente relevante a la hora de democratizar conocimientos, no solo no están exentos de sopesar en la toma de decisiones los conocimientos sobre el tema, sino que también deben entender y abrir el debate para incluir en las decisiones cuestiones de valores, normas, creencias culturales y convicciones políticas (9).
En este sentido, podemos destacar diferentes perspectivas. Gerard Fourdez considera que lo importante es que la comunidad científica y tecnóloga trabaje sobre la ética en la ciencia y tecnología en la demostración de que no hay una única respuesta para que las personas puedan entender otros factores y miradas sobre los usos de determinados materiales y tecnologías (10). Las mineras pueden ser analizadas por los economistas desde una visión ecológica. Pero la economía convencional no sopesa los costos y problemas que puede acarrear ciertos desarrollos para el medio ambiente y la calidad de vida de la sociedad. Desde la economía ecológica, según Walter Pengue , se propone que las decisiones sobre los límites ecológicos de la economía, estén basados en debates científico-políticos de carácter democrático y abierto, del cual surjan las verdaderas políticas de estado que conduzcan a un desarrollo sustentable (11).
La educación -y el conocimiento que conlleva – brinda generalmente posibilidades, privilegios sociales y económicos, pero también responsabilidades. En algunas provincias los alumnos universitarios y algunos docentes han apoyado la causa de los pueblos contra la minería a cielo abierto, pero son pocas las Universidades que se han emitido en contra de cierto tipo de explotaciones y propugnado desde las aulas debates, principalmente en las facultades de ciencias duras.
Ciudadanos y su causa por la vida
Al analizar la política pública en relación a la explotación minera en el último periodo presidencial de Nestor Kirchner, uno se encuentra ante la ilógica de la construcción de las políticas, primero se inician las explotaciones y después de casi 5 años se crea un “subprograma” de gestión ambiental (12). En ese tiempo los únicos que se hicieron eco fuertemente de las problemáticas que acarrea la minería han sido los ciudadanos de pequeñas localidades que percibiendo la soledad de su situación, se informaron y generaron estrategias para enfrentar diferentes corporaciones: la minera, los gobiernos y funcionarios públicos, y los actores relacionados indirectamente (por acción u omisión) como ciertas Universidades y Centros de Estudios.
El movimiento social “NO A LA MINA” propone múltiples e interesantes debates, pero uno en particular sobre el tipo de desarrollo local y sustentable que estas personas quieren y esperan para sus localidades. Y dista mucho de modelos altamente rentistas que poco tienen de rentable a largo plazo en relación con el medio ambiente, la tierra, tierra que tiene un significado y una razón de vida profunda para los que la aman.
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