Aumento de extracciones de agua subterránea es una amenaza
La FAO, la UNESCO, el Banco Mundial, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) y la Asociación Internacional de Hidrogeólogos (AIH) pidieron que la comunidad global actúe con urgencia para frenar el agotamiento y degradación cada vez más rápidos de unos recursos de aguas subterráneas limitados.
Con ocasión del 7º Foro Mundial del Agua en Corea del Sur (12-17 de abril), las cinco organizaciones han propuesto una serie de principios que los gobiernos pueden utilizar para mejorar la gestión de las aguas subterráneas. La Visión 2030 y el Marco Global de Acción representa un enérgico llamamiento para la acción colectiva y responsable de los gobiernos y la comunidad mundial para asegurar el uso sostenible de las aguas subterráneas.
Durante demasiado tiempo, la gobernanza de las aguas freáticas ha sido un área desatendida por las políticas, resultando en la degradación y el agotamiento de este importante recurso. Las extracciones mundiales de agua subterránea se han triplicado en los últimos cincuenta años, y más de la cuarta parte de las extracciones actuales no son sostenibles. La contaminación generalizada de las aguas freáticas amenaza a los seres humanos y el medio ambiente. La mayoría de los acuíferos urbanos sufren de problemas de saneamiento, mientras que los costeros están expuestos a la intrusión de agua salina. La polución industrial, los pesticidas y los fertilizantes también acaban llegando a los depósitos freáticos.
El volumen de aguas subterráneas renovables se distribuye de forma desigual entre las diversas regiones. Algunas -especialmente las de bajas precipitaciones- están más amenazadas que otras. La intensidad de las extracciones es mayor en amplias zonas de China, India, Pakistán, Bangladesh, Irán, Estados Unidos, México y Europa. Esto podría resultar en la pérdida de reservas de agua dulce en un momento en que el almacenamiento de agua subterránea es fundamental para garantizar la seguridad hídrica y la adaptación al cambio climático.
“Desde tiempo inmemorial el ser humano ha buscado el agua en el subsuelo. Pero hemos pasado de una aldea que dependía de un pozo a ciudades e industrias enteras que dependen de las aguas subterráneas”, señaló Junaid Ahmad, Director de recursos hídricos del Grupo del Banco Mundial. “Hemos aprendido –añadió- a cavar cada vez más profundo, a bombear cada vez con más fuerza, y cómo convertir los desiertos en graneros. Pero también hemos aumentado la velocidad a la que extraemos nuestras aguas freáticas, por lo que no debería sorprendernos que nuestros pozos se sequen. Al igual que hemos invertido en bombas y cultivos, tenemos que invertir ahora en la gobernanza de las aguas subterráneas”.
Las aguas subterráneas son indispensables para reducir la pobreza y compartir la prosperidad. Suponen más de un tercio del suministro municipal e industrial y alimentan alrededor del 40 por ciento de la agricultura de regadío del planeta. El agua subterránea tiene el potencial de ser una fuente mejorada de agua potable para millones de pobres urbanos y rurales. Muchos campesinos pobres y sus familias dependen de ella para regar sus cultivos y mantener sus medios de subsistencia.
“La gestión sostenible de las aguas subterráneas es clave para el mantenimiento de los ecosistemas y la adaptación al cambio climático”, aseguró Naoko Ishii, Director Ejecutivo y Presidente del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM). “Ya no podemos dar por garantizado este recurso invisible pero vital -añadió Ishii-; es necesaria una acción urgente para asegurar su disponibilidad a largo plazo. Esperamos unir fuerzas con los organismos y países asociados para garantizar que las generaciones venideras tengan disponible agua para beber, obtener alimentos, energía y para las ciudades y usos industriales”.
En respuesta a la urgencia de la situación y resultado de cuatro años de consultas con las partes interesadas de más de 100 países, estos principios se centran en los marcos jurídicos e institucionales, políticas y planes, así como en la información e estructuras de incentivos para una gestión firme y eficaz de las aguas subterráneas.
Este proceso conlleva una colaboración reforzada de toda la comunidad internacional para comprender las barreras a una mejor gobernanza de las aguas freáticas y para afrontar los retos regionales clave.
“Es necesaria con urgencia la acción colectiva y coordinada para proteger y prolongar la integridad de nuestros acuíferos”, afirmó Moujahed Achouri, Director de la División de Tierras y Aguas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). “El costo de la inacción puede ser enorme. Esta visión y el marco es un llamamiento urgente a los responsables de la toma de decisiones para actuar ahora con las decisiones de políticas correctas para ayudar a alcanzar los objetivos compartidos a nivel mundial de desarrollo social y económico”, advirtió Achouri.
“Para que la gobernanza de las aguas subterráneas sea una realidad, es necesario fomentar la cooperación entre los países, especialmente sobre los acuíferos transfronterizos”, indicó por su parte la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova. «El agua afecta directamente nuestro futuro y debemos trabajar juntos para gestionar este preciado recurso de forma sostenible».
Fuente: iagua